domingo, 28 de noviembre de 2010

Reseña histórica del fuego.

RESEÑA HISTORICA DEL FUEGO

PREHISTORIA
El hombre ya se encontraba en plena investigación de sus alimentos básicos, pero aún no disponían del elemento más imprescindible para el ser humano: El Fuego.
Se supone que el hombre prehistórico conoció el fuego por la erupción de un volcán, un incendio de pajonales o la caída de un rayo.
El fuego fue conocido por el hombre casi 500.000 años antes de Cristo.
En sus comienzos, el mayor problema era cuidar ese fuego que llevaban a las aldeas y mantenerlo encendido. Todavía no sabían encenderlo ni alimentarlo con combustibles. Cuando entraban en posesión del fuego era probable que nuevamente lo perdieran. Y había que esperar que otra vez la naturaleza les brindara la oportunidad de volver a conseguirlo. A raíz de esta necesidad, se nombraron guardianes del fuego.
En Roma existió la orden sacerdotal de las vestales que cuidaban del fuego
Sagrado. Si una vestal dejaba apagar el fuego sagrado era sepultada viva en castigo. Cuando el hombre prehistórico logró encender el fuego, dominó uno de los elementos que más iba a servir en el avance de la civilización.
Una de las huellas que aseguran el uso del fuego en la prehistoria, data de 340.000 años antes de Cristo, fue encontrada en China. Pero no se sabe con certeza si lo conservaron de la naturaleza o si lo encendieron por sí mismos.

PRIMEROS ÉXITOS

El primer método de encendido supone que fue el del frotamiento de una punta de palo seco sobre un mismo punto de una madera seca.
Otro similar consistía en frotar una liana en una ranura efectuada en la madera.
El más común fue el de rotación de una punta de palo sobre una madera.
También se logró encender mediante chispas producidas con piedras que contengan piritas de hierro. Además del encendido, se debió resolver el problema de dónde encender y conservar el fuego: sobre piedras, en cavernas, enterrado en un pozo, enterrado en un hueco revestido con piedras.
Habría que esperar hasta 1827 (otros dan el año 1832) para lograr disponer de un invento como los fósforos, para lograr un encendido fácil.

USOS VARIOS

El hombre, al tener el fuego, comenzó a descubrir sus posibilidades:
Con teas encendidas lograban mantener alejados a los animales peligrosos.
Se servían de las llamas como armas en las luchas y cacerías. Los hombres, que hasta entonces, se alimentaban de alimentos crudos, comenzaron a notar que era más cálida y reconfortante la comida cocida y caliente, en especial en los climas de frío riguroso. Cocinaban la carne de los animales que cazaban, poniéndola en una varilla paralela al fuego, apoyada sobre dos parantes verticales.
También envolvían la carne en abundante barro y la colocaban en un hueco con brasas en la base y también cubierta en la parte superior por abundantes brasas.
Y una tercera forma, ya utilizando recipientes, sobre el fuego, para realizar la cocción. Al prestar atención a la tierra endurecida en derredor de las fogatas, comenzó a trabajar en barro, moldear y luego mediante la cocción sobre el fuego, lograr piezas de alfarería, vasos, vasijas y recipientes, que a la vez les servían para cubrir sus necesidades (Hay muchos vestigios de vasijas realizadas en arcilla por el hombre del período mesolítico, alrededor del 8.000 antes de Cristo).
Con el transcurrir del tiempo fue logrando avances y comodidades; y utilizó el fuego para alumbrarse en las horas de oscuridad, con lámparas y velas.
Y también lo usó para hacer funcionar las fraguas, los hornos, derretir metales y lograr la fabricación de diversos elementos, desde el pan de cada día, hasta las herraduras de los caballos o las fabricaciones de lozas y porcelanas, pasando por variedad de productos. Lo usa para la cocción de la alimentación, la calefacción, y un sin fin de cosas cotidianas que hacen más placentera la vida.

CLASICA
Nuestros antepasados descubrieron la utilidad del fuego, lo que significó el primer y más
Importante hallazgo en las etapas iniciales de la Humanidad. Gracias a este gran avance, los primitivos homínidos consiguieron mejorar en muchos aspectos de su vida social. En un primer momento se sirvieron de los fenómenos naturales para obtener el fuego, pero con el tiempo fueron inventando distintas fórmulas para conseguirlo directamente y en cualquier momento. A lo largo de la Historia, los humanos han ido perfeccionando estos métodos hasta lograr sistemas más fáciles de manejar con los que controlar el fuego de una forma más eficaz.
Los primeros homínidos utilizaban el fuego para calentarse, asar alimentos, endurecer los utensilios, prolongar las horas de luz, asustar a los animales, cocer la arcilla y organizar los
Primeros campamentos, incluso en áreas de frío intenso.
En un principio, los primitivos homínidos obtenían el fuego a partir de los fenómenos naturales y lo conservaban, hasta que aprendieron métodos para encenderlo.
Al utilizar una correa fuerte y tirar alternativamente de cada extremo sobre una rama de madera blanda, se produce la fricción que inicia el fuego. Si se golpea un trozo de piedra con hierro contra un fragmento de pedernal, puede obtenerse una chispa, que acercada a un material combustible (yesca, leña fina y seca) hace que arda. También se enciende fuego al frotar dos trozos de madera y calentarlos. Una rama dura tallada en punta se mueve rápidamente sobre una madera tierna con una hendidura. En el arco de rodamiento se utiliza una madera blanda y una dura, formando un arco para hacer girar con rapidez una vara sobre un trozo de madera seca y así encenderla y añadir la yesca. Otro sistema funciona cuando el pedernal, una variedad de cuarzo gris amarillenta, se golpea con un trozo de acero (eslabón) para conseguir las chispas y dirigirlas hacia lo que queremos encender. Las primeras cerillas se inventaron en 1816 y 16 años después se perfeccionaron al incorporar el fósforo. Posteriormente, para conseguir una mayor seguridad, se incluyó el rascador de la caja. Cuando hay un día despejado, una lupa, los prismáticos, determinadas gafas o las lentes de una cámara fotográfica sirven para enfocar la luz solar hacia un punto concreto y producir fuego.

EDAD MEDIA
En la Edad Media se empleaba el fuego griego, que era un arma rudimentaria. Se trataba de un recipiente lleno de productos explosivos que se lanzaba en las filas enemigas donde explotaba al caer, incendiando todo lo que se encontraba a su alrededor. En el siglo XI los cruzados debieron afrontar las pedradas de los sarracenos, pequeños barriles llenos con una mezcla de betún, azufre, petróleo, alcanfor, resina, y polvo de carbón que explotaba, propagando llamas, que ni siquiera el agua podía extinguir. Pero fue en Florencia donde se pensó por primera vez emplear una mezcla de detonante para lanzar proyectiles.
Las bombardas aparecidas probablemente en el siglo XIII, tuvieron un uso habitual durante los siglos XIII y XIV. Ellas lanzaban grandes bolas de piedra o de fundición. El cañón estaba colocado sobre un soporte o afuste y a veces, cuando era necesario desplazarlo se lo montaba sobre ruedas. El arma era cargada con pólvora de cañón, a la cual se la hacía explotar después de haber colocado el proyectil.


EDAD CONTEMPORANEA
La creación y el control del fuego fue el siguiente paso en el proceso tecnológico del hombre primitivo. Se estiman cuatro etapas: en la primera el hombre observó las fuentes naturales del fuego, tales como los volcanes o los árboles que ardían por acción de los rayos. En una segunda etapa aprendió a obtener el fuego de esas fuentes naturales y a emplearlo para calentarse, iluminar o protegerse de los depredadores.
En la tercera etapa consiguió hacer fuego cada vez que lo necesitaba. Finalmente, llegó a controlar el fuego y utilizarlo para la fundición de metales y cocción de recipientes cerámicos, además de otras muchas aplicaciones que le permitieron disfrutar de una vida más confortable. Probablemente, la creación del fuego y su control, junto con la agricultura, fue un factor determinante en el desarrollo de las poblaciones estables y de las instituciones sociales y políticas, poniendo fin al nomadismo.


AMERICA
Con el descubrimiento del fuego el hombre comienza a cocer los alimentos con lo cual se digerían mejor, evitaban la transmisión de enfermedades y podían apreciar mejor su sabor.
El fuego significó, para el hombre, poder estar despierto más horas y comenzó el proceso de sociabilización, dando como resultado un aumento demográfico.
La agricultura reemplazó a la recolección de forma gradual.
A partir del año 3500 a. C. se produjo un cambio notable en el aprovechamiento de los animales: no se explotaban ya sólo para obtener su carne y sus pieles sino también para la obtención de productos secundarios como leche, queso y lanas.
En la prehistoria, el hombre ya utilizaba el frío como método de conservación de las carnes (bloques de hielo).


PRECOLOMBINA
De la piedra al arco y la flecha:
Los primeros pobladores de Venezuela proceden del norte del continente y son descendientes de las oleadas provenientes del continente asiático, constituidas por cazadores de grandes mamíferos que ingresaron a nuestro territorio trayendo consigo instrumentos de piedra y un incipiente tecnología lítica que consistía en golpear una piedra contra otra –el núcleo para obtener un filo tosco y lascas. Las lascas o trozos pequeños y delgados desprendidos de la piedra, son modificadas progresivamente hasta convertirlas en cuchillos y raspadores. Trabajan, además, madera, fibra, hueso, cuero y conchas marinas.
Durante mucho tiempo estos primeros pobladores conviven con una fauna compuesta principalmente por mastodontes, caballos, megaterios y gliptodontes, animales todos de grandes volúmenes. Una de las técnicas desarrolladas por los paleo indios para cazar estos voluminosos animales consiste en acosar la presa hasta aislarla y darle muerte con palos afilados y artefactos de piedra enmangados. Con el paso del tiempo, la disminución progresiva de los grandes animales y el aumento poblacional, obligan a la invención de métodos e instrumentos más eficaces para la caza de presas más pequeñas.
Se emplearon armas menos pesadas que podían ser arrojadas y permitían herirlas de manera más fácil.
Un gran salto tecnológico se produjo con la invención de la punta del proyectil en forma de dardo y del propulsor que actuaría como una prolongación del brazo y del antebrazo. Son los antecedentes del arco y la flecha que hace 9.000 años le permitieron al hombre del paleoindiocazar a distancia e individualmente y, por ello, aprovechar animales de menos tamaño y más veloces como las aves y los peces, y animales terrestres como venados y roedores, especies anteriormente poco explotadas como fuente de alimentación.


PREHISPANICA Y COLONIAL.
Las comunidades americanas del Inter trópico fueron predominantemente agrarias, con la característica de que los métodos de cultivo estaban adaptados a las condiciones del medio y especialmente a la estructura del suelo. En los pisos térmicos caliente y temperado, hasta casi los 2.000 metros, el sistema de siembra prevaleciente fue el de tumba y quema, que también ha recibido entre varios otros, el nombre de agricultura itinerante. Se ha descrito muchas veces, de manera que no es necesario hacerlo una más. Pese a las críticas que le han formulado como presunta demostración de atraso tecnológico de los pueblos americanos (aunque también se conoce en otros continentes), la tendencia actual es a revaluarlo, porque los daños que el fuego causa lo eran en superficies muy limitadas, y la incineración de material leñoso que no hubiera permitido el laboreo al dejarla intacto, tenía la ventaja adicional de incorporar al suelo, bajo la forma de cenizas, elementos minerales indispensables para el crecimiento de las plantas. Esto presupuso la existencia de montes abundantes, para poder repetir el proceso al cabo de cierto número de años, y por eso el impacto ambiental del sistema en la época prehispánica fue mínimo. La situación varió con la llegada de los europeos; pero eso se verá en su momento.

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